Martincillo busca asaltar Rectoría.
*Busca perpetuarse le rectorcito
*Manzo y Vela rechazan intentona
*Roban actas en Tlalnelhuayocan
*Señalan a morenistas
Por Omar Zúñiga.
Asaltar: Acometer impetuosamente
una plaza o fortaleza para entrar
en ella escalando las defensas.
RAE
Luego de la resaca democrática –que en el caso de la elección judicial puede durar varios años-, retomamos temas que habían sido dejados de lado momentáneamente.
Es el caso de la renovación de la Rectoría de la UV.
Como ha sido ampliamente difundido, el jueves pasado los exrectores, Víctor Arredondo, Raúl Arias y Sara Ladrón de Guevara, en un ejercicio inédito, hicieron un pronunciamiento conjunto que, entre otras cosas exigen a la Junta de Gobierno que “observe y aplique rigurosamente los criterios, principios y tiempos establecidos por la Ley Orgánica, Ley de Autonomía y el Reglamento interno de la Junta de Gobierno”, para la elección de quien será rector o rectora a partir de septiembre próximo.
Posteriormente, en conferencia de prensa en la sala de Juntas de Rectoría, el rectorcito, Gerardo Martín Aguilar, el tal Martincillo, salió muy orondo a decir que hizo “la petición de una prórroga para continuar en el cargo, procedimiento que debe ser autorizado y avalado por la Junta de Gobierno, quien (sic) decidirá si la acepta o no y qué procede después; no podría decir ahora si habrá una convocatoria después, eso no me corresponde”, así nomás.
Pronunciamiento que no por justo y bien trovado, deja de ser puro cuento.
El artículo 10 de la Ley de Autonomía de la Universidad Veracruzana, dice a la letra: “El Rector durará en su cargo cuatro años, periodo que podrá prorrogarse por una sola vez, y tomará posesión el primer día hábil del mes de septiembre del año que corresponda”.
El habilón Martincillo notó, con la asesoría jurídica correspondiente (que seguramente vino de la dirección de la Facultad de Derecho) con el afán de perpetuarse en su cómoda oficina de Lomas del Estadio, los alcances del término “prórroga”, que si también le entramos al juego de palabras e interpretaciones, según la Real Academia de la Lengua Española (RAE), el término prórroga se refiere a la “continuación de algo por un tiempo determinado”, lo que no necesariamente debe ser cuatro años como plantean Martincillo y sus secuaces, sino que la Junta de Gobierno puede determinar que sea desde un día hasta los cuatro años que pretende el rectorcito, que salió más cabrón que bonito.
Con la mentada prórroga, el rectorcito busca evadir hábilmente lo establecido en la Ley Orgánica de la Universidad Veracruzana, la misma Ley que él juró guardar y hacer guardar y con la que llegó a Rectoría, en su artículo 37 fracción II, donde dice que para ser Rector se requiere ser mayor de treinta y menor de sesenta y cinco años de edad, requisito que en automático lo deja fuera de la contienda para un segundo periodo.
Esa acción que pretende Martincillo, rompe con la esencia de lo que una Universidad quiere transmitir a sus estudiantes a través de sus trabajadores, maestros universitarios y autoridades, que sean respetuosos de las leyes y normativas de la sociedad.
Martincillo da muestra de cómo sacarle la vuelta a las leyes a fin de no cumplirlas, interpretándola a su conveniencia para evadir el escrutinio establecido en la normatividad y saciar así su voraz hambre de poder.
Sin duda es una decisión delicada la que debe tomar la Junta de Gobierno, sobre todo ahora que ha sido encuerada con los vínculos personales que existen con Gerardo Martín Aguilar, porque, según lo que determine, sin duda sentará un precedente que puede desencadenar en una bola de nieve, que a su vez se le vedrá encima al abrirle la puerta para que todos los funcionarios que van desde vice-rectores, secretario académico, administración y finanzas y demás autoridades contempladas en la Ley Orgánica y normativa universitaria donde se utilice el término prórroga le hagan una solicitud similar a la de Martincillo aprovechando esa interpretación de la normatividad.
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Para chingarla de acabar, este martes 3 de junio, los aspirantes a la Rectoría, doctores ambos, Jorge Manzo Denes y Rafael Vela, se unieron también contra la intentona de Martincillo, que en los hechos, equivale a un Golpe de Estado, así de grave es la situación.
Debería entonces, al final, el tristemente célebre Gerardo Martín Aguilar, sentirse orgulloso de haber sido el único rector de la UV de haber podido juntar a tres exrectores y dos aspirantes, unidos todos, en su contra.
Y no, no se equivoquen; no es una campaña en contra del rectorcito.
Es una campaña en favor de la legalidad, en favor de que se respeten los tiempos, en favor de que se evite una crisis aún mayor en la Universidad Veracruzana.
Se necesita gente preparada, echada para adelante, con plan de trabajo, que pueda sacar a la UV de la profunda crisis en la que la ha sumergido Gerardo Martín Aguilar, que pasará a la historia como el rector que pretendió perpetuarse en el poder, violando la misma ley que lo hizo máxima autoridad de la UV.
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Para documentar el optimismo…, Morena como en Jalisco, que nunca pierde y cuando pierde, arrebata.
Resulta y resalta que en San Andrés Tlalnelhuayocan, el PREP le da la victoria a la candidata del PRI, la ex diputada Ariana Ángeles Aguirre, que le pasó por encima a María Emilia Nieto Miranda, por cierto cuñada de la actual alcaldesa Fanny Muñoz, postulada por la coalición Morena-PVEM.
Pues bien, la noche-madrugada de este lunes 2 de junio, gente armada, que según ciudadanos de a pie de este municipio, denuncian que pertenecen a los perdedores de Morena y que no son del municipio, es decir algo así como grupos de choque o esquiroles, robaron paquetes electorales del Consejo Municipal.
El resultado de acuerdo al PREP es lo suficientemente amplio para evitar alguna sorpresa.
Solidaridad con Ariana y con todos quienes han sufrido violencia electoral.
¡Qué barbaridad!
deprimera.mano2020@gmail.com
